¿Cómo aparezco ante los ojos de mi mamá?
¿Qué creo que piensa mi mamá de mí? ¿Qué espera y quiere ella de mí?
¡Mamá! ¿qué tal estuve? Qué tal estuve?...
...Era vana, manipuladora, entremetida, suspicaz, rencorosa, terriblemente prejuiciada y de una ignorancia supina (aunque inteligente, como podía darme cuenta). Nunca, ni una sola vez, recuerdo haber compartido un momento cordial con ella. Nunca me enorgullecí de ella ni me alegré de que fuera mi madre. Tenía una lengua ponzoñosa y un comentario malévolo sobre todo el mundo, con excepción de mi padre y mi hermana...Nunca iba a la escuela el día de visita de los padres o de reuniones con los maestros. ¡Gracias a Dios! Me acordaba la sola idea de tener que presentarla a mis amigos. Yo luchaba con mamá, la desafiaba, le gritaba, la evitaba y, finalmente, a mitad de mi adolescencia, dejé de dirigirle la palabra...
...Soy escritor. Y mamá no sabe leer. No obstante, acudo a ella en busca del significado de la obra de mi vida...Ella jamás conoció, ni tuvo idea, de mis trabajosas investigaciones, mis raptos de inspiración, la exigente búsqueda de la idea correcta, de la elusiva frase elegante...
...¡Mamá, mamá!...¿Qué tal estuve?...
...Estuviste bien. ¿Quién podría pedir más? Tantos libros. Me has hecho orgullosa de ti...¿Te avergüenzas de que esté aquí? Siempre sentiste vergüenza...Siempre pensaste que yo era estúpida. Siempre pensaste que no entendía nada...¿Yo no te escucho? ¡me escuchaste tu a mí? ¿Sabes algo sobre mí?... Pero déjame decirte algo...Yo lo pasaba peor que ti. Primero, tú nunca decías nada agradable de mí, tampoco. Yo cuidaba la casa, cocinaba para ti. Veinte años comiste mi comida. Te gustaba. Lo sé, porque las cacerolas y los platos siempre limpios. Pero tú nunca me lo decías. Ni una sola vez en la vida...Segundo, yo sabía que nunca decías nada agradable a mis espaldas...yo sabía que tú te avergonzabas de mí. Avergonzado por completo, delante de mí y a mis espaldas. Avergonzado de mi inglés, de mi acento. De todo lo que no sabía. Y de las cosas que decía mal. Yo oía la manera en que tú y tus amigos se burlaban de mí...
...Es bueno conversar, mamá. Es la primera vez. Quizás siempre quise hacerlo y es por eso que siempre estás en mi mente y en mis sueños. Quizás ahora todo sea distinto...
Fragmentos del libro: “MAMA Y EL SENTIDO DE LA VIDA. HISTORIAS DE PSICOTERPIA”.
AUTOR: IRVIN D. YALOM
"Yo, cuando la veo a ella a los ojos, siento que está triste porque ella siempre me aconsejó que no haga macanas y yo no le hacía caso. Pero me doy cuenta para qué me aconsejaba mi vieja, era para el bien mío.
Yo creo que siempre mi mamá debe pensar en por qué no están mis hijos conmigo, si yo los críe y ahora están a cargo de un juez. Capáz que de chicos no les di lo que querían, por eso son así mis hijos. Pero igual, siempre, estén donde estén yo voy a estar con ellos, siempre.
Mi vieja debe querer este tiempo que tengo que estar en el hogar para que yo trate de cambiar, que empiece una nueva vida. Nunca más me quiere ver encerrado y yo nunca más la voy a hacer sufrir, ni mi hermano y voy a tratar de darle para adelante."
El Gringo
LA VIDA COTIDIANA
Hay un día en que se nace
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay un día en que se nace
y en penumbra tan temprana
que no duele ni se nombra
la luz muere con la sombra
de la vida cotidiana
hay un sol que da sentido
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay un sol que da sentido
y en mitad de la mañana
abre rumbos y salidas
en las idas y venidas
de la vida cotidiana
hay un cielo que responde
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay un cielo que responde
y en la calma soberana
de un solemne mediodía
junta pena y alegría
de la vida cotidiana
hay un sueño que se acerca
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay un sueño que se acerca
y en la siesta resolana
ponen lágrimas y besos
los convictos y confesos
de la vida cotidiana
hay crepúsculos que invocan
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay crepúsculos que invocan
y en la cumbre más lejana
el sol muere como un toro
con la sangre y con el oro
de la vida cotidiana
siempre hay una causa digna
de la gloria y de la suerte
de la suerte y de la muerte
siempre hay una causa digna
pero no es la lucha vana
de quien busca satanases
en las guerras y en las paces
de la vida cotidiana.
hay por último un letargo
de la gloria y de la muerte
de la suerte y de la muerte
hay todo eso y sin embargo
en la noche veterana
el amor que es buena gente
va dejando la simiente
de otra vida cotidiana.
MARIO BENEDETTI
LIBRO: CANCIONES DEL MAS ACA
ELEGIDO POR MATI